¡DESPEDIDO!

Se me hace imposible tratar de escribir unas pocas líneas sobre la actual situación en España, sin dejarme arrastrar por la mala leche y ponerme a disparar los mayores insultos que se me ocurran a diestro y siniestro. Aunque en estos tiempos sea políticamente incorrecto afirmar algo así, sigo pensando igual que lo hacía diez…